Son las  14:30 horas del sábado 14 de marzo y un movimiento inusual rompe la tranquilidad de la tarde de La Floresta, el barrio romántico y bohemio. Uno a uno los visitantes van llegando, no es difícil reconocerse entre extraños cuando el encuentro lo convoca un interés común.

Es el regreso del CAE visita. Desde hace dos años la BAQ ha abierto un espacio para conocer los proyectos más importantes de la arquitectura de la cuidad en la compañía de sus autores, transformado en experiencia aquello que solo se conocía en fotografía.

Esta vez, el Quito Publishing House diseñado por el arquitecto Jaskran Kalivai nos abre las puertas para conocer una de las más innovadoras propuestas arquitectónicas en el tema sustentable y con mayor fuerza ambiental en el país.

Se trata de un edificio de seis pisos, configurado con una chimenea central con fines de control de climatización, dispone los servicios a partir del último eje  (fachada occidental) con el objetivo de capturar la fuerza del sol y pasar el calor al edificio, de esta manera cada piso dispone una planta libre que se conectan espacialmente por esta chimenea central.

No existen mascaras ni se esconde nada, estamos en un edificio con certificación LEED, su doble fachada inteligente abre y cierra los louvers para tener control sobre la incidencia del sol, un sistema desarrollado en el país para cumplir los objetivos de control climático e iluminación, además la medición de cantidad de luz natural permite tener el control de la intensidad de las luminarias eléctricas.

La recolección de agua lluvia es la fundamental para el ahorro de energía del edificio, el agua es tratada en el último de los subsuelos y desde aquí se dispone para el sistema de enfriamiento, riego de jardineras en fachada y agua para los inodoros. El edificio ha conseguido el sesenta por ciento de ahorro de energía.

La tarde se cierra con agradecimiento y aplausos, el hecho de recorrer, sentir, tocar, permiten percibir la arquitectura en su realidad. La explicación de los autores y su testimonio complementan la experiencia. Agradecemos a Jaskran Kalivai y Ana María Duran por abrirnos las puertas de una obra icónica en la ciudad. Nos vemos en la próxima visita.