“El hombre puede trabajar recluido, pero sabéis que cuando tenéis
una idea, si sois verdaderamente buenas personas, no podéis evitar
contársela a alguien. Queréis compartirla inmediatamente, no
queréis esconderla.” Louis Kahn, Conversaciones con estudiantes.
Tiempo de lectura: 5 minutos; número de palabras: 693
El estudiante de arquitectura, cuando es serio y comprometido, dedica incontables horas del periodo académico al desarrollo de sus entregas. Al final, es muy probable que el resultado de todo ese afán no sea apreciado más que por un pequeño grupo de sus profesores y compañeros. Todo termina en menos de media hora y sus láminas de presentación, sus maquetas, sus bocetos y dibujos a mano, se desmontan para ir a parar en una esquina de su habitación.
La sección de los miércoles de la bitácora A ERE CU del Colegio de Arquitectos del Ecuador Provincial de Pichincha es una vitrina para la visibilización y el reconocimiento al esfuerzo realizado por los mejores estudiantes de arquitectura del Ecuador.
No es éste el lugar para mostrar los proyectos en toda su extensión sino que se seleccionará una parte ejemplar de los mismos y, en lo posible, se direccionará a los enlaces donde se pueda encontrar la información más completa y detallada.
Solicitamos a los estudiantes que deseen compartir el resultado de su esfuerzo enviar un mensaje a la siguiente dirección:
Acompañando la Inauguración del Festival Internacional de Artes Vivas de Loja, presentamos el proyecto de la arq. Ana Ortega que, a partir de la importancia internacional del festival, lo localiza como un evento transitorio para la ciudadanía local. Propone, entonces, un equipamiento capaz de sostener esta actividad cultural, permanentemente. Esperamos que lo disfruten.
Autor: Ana Belén Ortega
Título: Escuela de Teatro, Música y Danza en la Ciudad de Loja
Tipología: Torre – Plataforma
Año: 2017
Curso: Proyecto de Fin de Carrera
Universidad: Universidad San Francisco de Quito
La relación entre arquitectura y música está ligada desde la antigüedad, ¿la palabra incitó al hombre a cantar? ¿cantar estimuló al hombre a hablar? ¿el canto invitó al hombre a danzar? ¿la danza provocó el habitar?
La danza y las artes escénicas “reciben de la música sus normas y de la arquitectura su hábitat y su escenario” (Trías, 1991, pág. 143), diseñando composiciones en el aire, elevándose, desmaterializándose de la superficie, desafiando a la gravedad.
La medida (síntesis de cantidad y cualidad) está basada en la unidad (nota) o número provocando una secuencia en el orden musical y arquitectónico. Por medio de la modulación de notas o tonos de mayores a menores o viceversa se crean composiciones musicales. Así mismo, en arquitectura, el orden (numérico-geométrico) organiza cada una de las unidades u órdenes.
Éste orden compositivo basado en los conceptos de geometría tanto en la arquitectura como en la música, está ligado directamente con la llamada matemática estética[1]. Durante el renacimiento, hombres y mujeres estaban conscientes de la utilización de la geometría pitagórica-platónica donde la matemática generaba una estructura armónica para la composición del universo. Así mismo se usaron relaciones de intervalos musicales dentro de las relaciones en los componentes de una planta y fachada en las obras de Palladio, Alberti, Giorgi, y otros.
Es por esto que el movimiento oportuno del ser humano a través de la historia lo ha arrastrado a habitar un espacio, identificándolo como algo que va más allá de lo físico y lo material; algo que tiene que ver con lo memorial y lo temporal.
Este proyecto anhela recuperar los fragmentos inteligibles de la urbe austral, tanto en esencia como experiencia; al relacionar estos fragmentos con la idea de memoria, tiempo y espacio junto a los principios de medida, orden y proporción (encontrados en todas las artes) y precedentes de principios polifónicos, se procura introducirlos a la ciudad de Loja para ordenarla y recuperarla.
El proyecto se desarrolla a orillas del río Malacatos, el que en conjunto con el río Zamora han establecido el crecimiento de la ciudad de Loja. Denotando este último elemento natural, la importancia del emplazamiento para la Escuela de teatro, música y danza, al igual que su armonía y geometría. Se introduce una plataforma que conecta el trazado histórico (Av. Salvador Bustamante Celi) con el límite natural (Río Zamora), capaz de sostener los fragmentos programáticos de la escuela, biblioteca, torre instrumental, residencia artística y teatro, que nacen de un rectángulo áureo que enmarca al terreno.
[1] Tiene como principio la razón, orden y proporción según el libro La Lógica del Límite.
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