A las 17h30 del sábado, 22 de junio, alrededor de 250 personas se dieron cita en el auditorio del Colegio de Arquitectos de Pichincha para escuchar la conferencia de Abraham Cota Paredes.

Cota, joven arquitecto mexicano, es el fundador de una de las 20 oficinas emergentes de arquitectura en el mundo, según la revista europea WALLPAPER. En 2018, su obra fue acreedora de la mención honorífica en el concurso colateral a la Bienal de Venecia “Young Architects in Latin American”.

El fundador de Cota-Paredes, empresa dedicada a la arquitectura desde distintas perspectivas: diseño arquitectónico, diseño industrial, construcción, educación y arte, comenzó hablando de los orígenes de México y de cómo sus tan bien logradas construcciones siguen siendo fuentes de aprendizaje. Como estudiante de arquitectura, estas referencias y las obras de su compatriota, el arquitecto Luis Barragán, fueron su más grande inspiración.

Fue así como nació el muro pantalla, “lo que trato de explorar son las posibilidades de un objeto como pieza, como blanco. El blanco es el color que mejor trabaja con la luz”, señaló, con referencia a su trabajo.

La conferencia de Cota se desarrolló como una charla entre amigos. Entre honestas confesiones y anécdotas (que causaban empatía y risas entre los presentes), habló sobre su obra, lo que le inspira y los talleres educativos que ha creado vía Internet, donde arquitectos de todo el mundo aprenden uno del otro, se critican y retroalimentan.

 

La Casa Olguín

Una construcción pequeña en un terreno grande, que respondió al presupuesto y requerimiento del cliente. A través de pantallas, sientes que la arquitectura te envuelve aun estando afuera. El lugar está lleno de luz. Se cierra al exterior y se abre al interior, creando una dicotomía. Las dobles alturas y la menor cantidad de materiales son visibles en la obra. “Entre menos materiales utilicemos, provocaremos una sensación de paz. Adicionalmente, con el lleno sobre el vacío (con el muro), vas a querer conocer qué es lo que está detrás”, dijo Cota.

 

Casa para ver al cielo

 

Luego de cursar su máster en España, su visión se vio enriquecida y crea esta casa que denomina “autobiográfica”. Al aprender sobre sus errores, comprende que la posición del sol y el viento afecta la distribución de espacios y el diseño de las viviendas. Estudiando arquitectura bioclimática entiende el comportamiento del sol para evitar sobrecalentar los espacios. En esta casa nuevamente predomina el blanco, con muros que nacen de la tierra y dan la sensación de un abrazo que da la bienvenida.

 

Casa V

 

La evolución del trabajo se replica en los gestos. Esta es una casa ubicada en un condominio cerrado y creada con patios internos. El espacio te recibe y se expande a la entrada. El patio es atemporal, la composición de espacio, luz y agua dan profundidad al color blanco. Un lugar donde la sencillez se transforma en elegancia.

 

 La Cueva

El proyecto nace con la idea de un sótano como espacio de unión familiar. Al ingreso tiene una pared de muros de piedra que da la sensación de ingresar a un objeto natural. “Cuando construyes algo, el miedo es buena señal. Si estás completamente seguro de cómo va a quedar… ¿para qué lo construyes?”, cuestionó Cota.

 

Casa en la Piedad

 

Similar a La Cueva, con un sótano creado para espacio de reunión familiar. A pesar de ser un espacio subterráneo, el sótano está rodeado de jardines con un vacío que genera luz en la casa. En esta vivienda, la arquitectura es simple y esencial, logrando que llegue a ser atemporal.

 

Luego de exponer su obra, Cota contó e invitó a la audiencia a unirse a sus talleres de diseño online. A través de 5 sesiones (una teórica, tres de revisiones de proyectos y una de conclusiones), arquitectos de varios países se conectan en un espacio sin costo donde enriquecen sus creaciones con las visiones de reconocidos arquitectos de todo el mundo.

Al finalizar la exposición, con el apoyo del arquitecto ecuatoriano Daniel Moreno, Cota respondió múltiples preguntas del público. Algunos de los asistentes seguían a Cota desde hace tiempo a través de redes sociales y pudieron resolver en persona sus dudas e inquietudes. Así, el Colegio de Arquitectos de Pichincha se constituye como un espacio de aprendizaje y difusión de nuevas visiones de la arquitectura mundial.

 

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