El Museo Archivo de Arquitectura del Ecuador – MAE realizó un conversatorio en línea para mirar con profundidad los antecedentes del primer Plan Regulador de Quito, su desarrollo, objetivos y puesta en marcha, resaltando el papel del arquitecto uruguayo Guillermo Jones Odriozola en el control y desarrollo urbano durante los años 30 y 40.

Bernarda Ycaza, directora del MAE, fue la encargada de dar la bienvenida y presentar a los invitados especiales. En su introducción, aprovechó para destacar el compromiso del museo en mantener una agenda cultural y de debate durante esta temporada, a pesar de permanecer cerrado por las medidas de seguridad frente a la pandemia.

El Arq. Alfonso Ortiz Crespo participó como ponente, haciendo un recorrido histórico muy rico en contenido y referencias para contextualizar y resaltar los aspectos positivos y negativos de aquel plan. Ortiz Crespo es graduado de la Universidad Central del Ecuador y especializado en conservación y restauración con la UNESCO en Cusco y en la Universidad de Florencia. Además, fue cronista de la ciudad de Quito entre 2014 y 2016.

Como moderador estuvo el Arq. Alberto Rosero, quien se sumó constantemente a la conversación con comentarios muy pertinentes, relacionados al desarrollo de la ciudad bajo la óptica del ayer y del hoy. Rosero es graduado de la Universidad Central del Ecuador. Fue director del proceso de construcción participativa de la Visión Quito 2040, entre 2015 y 2019, y es Consultor en Planificación Territorial desde 1977 hasta la fecha.

Durante el encuentro se mencionaron momentos de importancia en la historia de Quito. La llegada del ferrocarril en 1908 que permitió la modernización de la ciudad y la instalación de servicios básicos adecuados, provocando una constante migración interna hacia ella, así como el crecimiento inorgánico de barrios de todo tipo, alimentados por el afán de lucro de terratenientes y empresarios.

El Arq. Pablo Moreira, presidente del Colegio de Arquitectos de Pichincha, fue el encargado de cerrar el encuentro con conclusiones muy apropiadas en torno a temas de muchísima vigencia como la movilidad sostenible, la adecuada gestión de los barrios y la ciudad amigable.

Asimismo, hizo un llamado a las autoridades para dejar de guardar los planes de desarrollo urbano bajo la mesa y rescatar propuestas positivas de planes anteriores para hacer de Quito una ciudad que se pueda habitar dignamente.

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