La historia de Torno se cuenta desde la experiencia, la arquitectura contada desde la práctica y la práctica como una actitud de llevar la vida.

Encontramos a Felipe Donoso y Carolina Rodas en la más reciente visita del Colegio de Arquitectos cuando nos abrieron las puertas de este espacio que se ha convertido en un referente de trabajo colaborativo en la ciudad de Quito.

Torno nace como una respuesta a la necesidad de un espacio de trabajo versátil que convoque y contenga la práctica multidisciplinar. Pensado desde el inicio en establecerse en un barrio que brinde todas las facilidades en cuanto a servicios y accesibilidad a través de transporte público, Torno ha encontrado en el sector de la Mañosca un antiguo galpón donde instaurarse.

El proyecto arquitectónico parte de la gestión. El resultado que ahora podemos ver se ha ido configurando con los materiales que se han conseguido. La modulación de los espacios, la solución de mobiliario e incluso la imagen que nos muestra Torno se ha construido a partir de gestión y la inventiva. Existe un prolijo tratamiento del detalle sin perder la claridad y sencillez del espacio que se muestra a través sus materiales.

Torno no tiene planos. Se ejecuta con lo existente y hasta la actualidad el espacio no ha parado de desarrollarse, incluyendo la participación de artistas, cineastas, diseñadores, estudiantes de colegio y vecinos. En el 2014 se hizo de la Primera Mención Internacional en la Categoría Rehabilitación y Reciclaje en la edición XIX de la BAQ, haciendo que Torno se consolide como un espacio arquitectónico que brinda respuestas acorde a las necesidades de una sociedad actual, inquieta, y con una muy clara actitud.